ISLANDIA, TIERRA DE HIELO Y FUEGO
Lo primero que quiero comentar en este artículo
sobre el curso de Erasmus+ “Culture and heritage” es lo
agradecida que estoy de poder haber participado y por haber
compartido esta experiencia con mis dos compañeras que son
increíbles. Ha sido una experiencia única para conocer un país de
contrastes y conocer personas del mundo de la educación de toda
Europa con el consiguiente aprendizaje de todos y todas ellas.
Un país de contrastes, ya lo creo, mar y montaña,
volcanes y glaciares, construcciones modernistas y también
tradicionales, cultura tan moderna y a la vez con sus raíces tan
presentes… Un país tan diferente al nuestro y, al mismo tiempo,
tan parecido.
Si algo he aprendido en este curso de cultura y
herencia es lo mucho que debemos aprender unos de otros en todos los
aspectos.
Islandia es un país con muy poca historia en
comparación con el nuestro, pero la tienen muy presente, la
fomentan, la conocen y la recuerdan constantemente. Tanto para los
turistas como en la escuela, la historia de Islandia está a la
vuelta de cada esquina y forma parte de sus vidas diarias. Es curioso
como pasamos por alto muchas veces nuestras raíces, pero debemos
volver a encontrarlas, saber de dónde venimos para entender nuestro
presente y mirar hacia el futuro. Con tanta historia como tenemos en
nuestra comunidad, debemos valorarla, ponerla en alza, transmitirla y
tenerla presente.
Por otro lado, el estilo de vida sostenible que
han construido es debido a sus recursos naturales, ya que, con el
magma y el agua subterránea crean energía con las centrales
geotérmicas y se autoabastecen en cuanto a calefacción y
electricidad, por lo que su coste mensual es similar a tomarse una
cerveza en un bar. Nuestro camino en cuanto a energías ha ido por
otros derroteros, pero poco a poco vamos cambiando nuestra mirada
hacia modelos limpios de energía como lo es la solar o la eólica.
De este curso, de nuestros compañeros de otros
países y de Islandia y sus esenciales (democracia, sostenibilidad e
igualdad) me llevo un impulso de energía para llevar a mi aula sus
tres pilares y acercar dos culturas tan lejanas y únicas. Abrir la
mente hacia nuevas formas de pensar, nuevas formas de hacer y de ser,
desde una mirada inclusiva e internacional, es lo que quiero para mis
alumnas y alumnos.
Me siento afortunada de haber sido pionera en este
tipo de movilidades con el programa Erasmus + en mi centro y espero
que sea el pistoletazo de salida para continuar con este tipo de
experiencias tan enriquecedoras tanto para el profesorado como para
lo más importante de nuestra profesión: nuestras niñas y niños.
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